El inicio de la lactancia es un momento especial para madre e hijo. La subida de la leche, que suele ocurrir entre las 48 y 72 horas después del parto, puede causar una sensación de plenitud en los pechos, lo cual es normal. Sin embargo, cuando esta sensación se vuelve dolorosa e impide que el bebé pueda mamar con facilidad, podrías estar experimentando una ingurgitación mamaria.
La ingurgitación ocurre cuando los pechos se llenan de líquido en exceso, produciendo inflamación y dificultando la salida de la leche. Es una condición temporal, pero puede ser muy incómoda tanto para la madre como para el bebé. Afortunadamente, existen varias medidas que pueden ayudarte a aliviar los síntomas y mejorar la lactancia.
¿Cómo prevenir y tratar la ingurgitación mamaria?
1. Mantén el alojamiento conjunto
El contacto constante con tu bebé facilita la lactancia a demanda, lo cual ayuda a regular la producción de leche y a prevenir la ingurgitación.
2. Amamanta con frecuencia
Ofrece el pecho cada vez que tu bebé lo pida y, en las primeras etapas, incluso antes si notas que no succiona lo suficiente o si necesitas aliviar molestias.
3. Realiza extracción manual o con bomba
Para aliviar síntomas y proporcionar leche materna a los bebés que no pueden transferir la leche de manera efectiva o que están separados de sus madres. Extrae sólo la cantidad mínima de leche necesaria para sentirte más cómoda mientras se va regulando la producción de leche y si utilizas el extractor para una lactancia diferida, sólo debes de sacarte el volumen que consume tu bebé imitando la frecuencia de la lactancia fisiológica. Utiliza el extractor sólo si existe una indicación clara para ello.
Evita el masaje profundo de la mama, ya que puede aumentar la inflamación. Un masaje de mimos sin dolor o compresiones suaves son seguros y efectivos.
4. Utiliza compresas frías y drenaje linfático
Aplicar frío local y realizar drenaje linfático puede ayudar a reducir la hinchazón más rápidamente.
5. Prueba la técnica de presión inversa suavizante
Esta técnica ablanda la areola, facilitando un agarre adecuado para el bebé.
6. Usa un sujetador de apoyo
Un sujetador adecuado te ayudará a mantener los senos cómodos y bien sostenidos.
7. Busca apoyo emocional y profesional
El estrés y la ansiedad pueden dificultar la lactancia. Rodéate de personas que te brinden tranquilidad y solicita ayuda profesional cuando lo necesites.
Conclusión: alivio rápido y eficaz
La ingurgitación mamaria es una condición temporal que suele mejorar en 24 a 48 horas si se toman las medidas adecuadas. Si notas que los síntomas persisten o necesitas orientación personalizada, no dudes en contactar con nuestras expertas en lactancia. En Matronas Bilbao estamos aquí para acompañarte en cada paso de tu posparto y ayudarte a vivir una experiencia de lactancia exitosa y placentera.