¿Qué sabes sobre el gas de la risa durante el parto?

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El óxido nitroso, también conocido como gas de la risa, es un gas incoloro y ligeramente dulce con propiedades anestésicas y analgésicas. La analgesia por inhalación de óxido nitroso (generalmente una mezcla de 50 por ciento de óxido nitroso y 50 por ciento de oxígeno gaseoso) para el dolor de parto se ha utilizado durante décadas en otros países. 

Este gas se administra mediante inhalación a través de una mascarilla o boquilla durante el trabajo de parto para proporcionar alivio del dolor. Funciona rápidamente una vez inhalado, brindando una sensación de relajación y disminuyendo la percepción del dolor sin inducir una pérdida total de conciencia.

Una de las características más destacadas del óxido nitroso es su rápido inicio y eliminación del cuerpo a través de la respiración, lo que permite un control preciso de su efecto y una rápida recuperación después de su uso. Esto lo hace especialmente adecuado para el uso durante el parto, donde se necesita un alivio rápido del dolor sin afectar la capacidad de la madre para participar activamente en el proceso.

Además de su efecto analgésico, el óxido nitroso también puede tener efectos leves de euforia o «risa», de ahí su apodo de «gas de la risa». Sin embargo, durante el parto, su principal función es proporcionar alivio del dolor de manera segura y efectiva para las mujeres que lo eligen como opción de analgesia.

Técnica de administración de óxido nitroso

La técnica de alivio del dolor de parto con óxido nitroso implica que la parturienta se administre el gas anestésico ella misma, utilizando una mascarilla de mano sobre la nariz y la boca o una boquilla. La bombona portátil cuenta con una válvula de demanda que se abre con la inhalación y se cierra con la exhalación. Es crucial sincronizar adecuadamente cada inhalación, ya que la analgesia tarda entre 30 y 60 segundos en surtir efecto.

Para maximizar el alivio del dolor, es necesario anticipar el momento de las contracciones uterinas. Dado que la analgesia tarda un poco en hacer efecto, la inhalación debe comenzar aproximadamente 30 segundos antes de que se espere que comience la contracción. La inhalación se detiene a medida que la contracción comience a ceder. Esta sincronización puede ser complicada, especialmente durante la segunda etapa del parto, cuando la parturienta necesita estar alerta para empujar durante las contracciones.

Seguridad del óxido nitroso

La seguridad del óxido nitroso durante el parto se basa en que la parturienta debe sostener la máscara o la boquilla para inhalar el gas. Si se siente somnolienta o mareada, es probable que su reflejo de soltar la máscara o boquilla se active, deteniendo así la inhalación del óxido nitroso y previniendo una inhalación excesiva. Esto garantiza una experiencia segura y controlada para la madre y el bebé.

Debido a que el óxido nitroso se elimina rápidamente a través de los pulmones, no se acumula en la madre ni en el bebé, ni causa depresión en el recién nacido. Además, no afecta la actividad contráctil uterina, la progresión del trabajo de parto o el modo de parto.

Durante la administración de óxido nitroso, es esencial utilizar un dispositivo mezclador con un sistema de eliminación de gases. Esto ayuda a reducir la exposición del personal de la sala de partos al óxido nitroso. Luego la habitación tendría que tener una buena ventilación. 

Los efectos secundarios del óxido nitroso incluyen náuseas en el 5 al 40 por ciento de las mujeres y vómitos en hasta el 15 por ciento. Se recomienda utilizar pulsioximetría. No debe usarse en mujeres con saturación de oxígeno <95 por ciento o en pacientes con compromiso respitarorio, y debe usarse con precaución en combinación con opioides debido al riesgo adicional de depresión respiratoria.

Eficacia del óxido nitroso para la analgesia del trabajo de parto

La eficacia analgésica del óxido nitroso para el dolor de parto no está completamente establecida. Las revisiones sistemáticas han mostrado que proporciona un alivio significativo del dolor en la mayoría de las pacientes, pero no garantiza una analgesia completa para muchas y algunas mujeres pueden no experimentar ningún alivio en absoluto.

Sin embargo, para aquellas mujeres que eligen evitar o retrasar la analgesia epidural, para aquellas con contraindicaciones para este tipo de analgesia o para aquellas que no tienen acceso a ella, el óxido nitroso puede ser considerado como una alternativa para aliviar el dolor durante el parto. Aunque puede no ofrecer un alivio completo, puede ser una opción valiosa o alternativa para aliviar el dolor de parto en cualquiera de sus fases. 

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Erika Juarez Mendizabal

Erika Juarez Mendizabal cuenta con cerca de 20 años de experiencia como matrona y asesora en lactancia, especializándose en la preparación física prenatal y la atención en el parto. Ha liderado servicios de matronas en el Hospital Quirón Bizkaia durante casi una década, consolidándose como una figura destacada en su campo.

2 respuestas

  1. Fue un alivio tremendo a las contracciones tan intensas que me produjeron las prostaglandinas en mi parto inducido. Teniendo bien controlada las pautas de respiración, el óxido nitroso no solo me ayudó a sobrellevar las sensaciones, si no que pude liberar a mi acompañante (no podía separarse de mí debido al encadenamiento constante de las terribles contracciones) y quedarme sola por un momento. Durante cerca de dos horas canté a pleno pulmón, reí y lloré a la vez, y sobre todo, retrasé la toma de la epidural en un parto inducido, incluso habiendo tenido una respuesta excesivamente fuerte a la medicación. Yo lo recomiendo vivamente. De hecho, ahora en el puerperio me encantaría volver a vivir aunque sólo fueran 10 minutos esa sensación de bienestar, relajación y risas. Es cierto que tras apurar los restos dos bombonas, la tercera, la cual abrieron para mí, dejó de hacerme efecto. Se supone que el óxido nitroso no genera resistencia, así que no sé lo que pudo ocurrir. Si no me hubiese abandonado, probablemente habría retrasado aún más la toma de epidural porque sinceramente lo veía posible, pero tras doce horas de trabajo de parto y el efecto que la oscuridad de la noche produce en la capacidad de resistencia (y la aplastante frase «estás de 4 centímetros», me decanté sin más remedio por la walking epidural.

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