Los bebés que padecen cólicos, están incómodos, se mueven con fuerza, tiran de sus piernas, lloran sin descanso durante horas…..los padres se desesperan y se complica la relación entre ellos.
Se rompe el equilibrio y los ritmos estables de sueño y alimentación.
Lloran porque tienen hambre y cuando empiezan a comer se ponen en marcha los dolores. Los gases se acumulan y la inmadurez del sistema digestivo hacen que no puedan expulsarlos, se acumulan y duelen.
Tenemos que buscar solución a este problema.
Entendiendo como encuentra el bebé su confort iremos buscando cual es la mejor solución.
Desde la tranquilidad de la madre observando las demandas de su peque irá dándose cuenta de cuándo y cómo se van formando esos gases y como poder ayudarle a expulsarlos.
El bebé demanda alimento, succión, contacto y movimiento. En esas demandas se mueve tu bebé. Tendrás que observar cuál te pide más.
Valorando la tensión de la tripita aprenderás cuando puedes masajearla y podrás ayudarle a ir expulsando los gases.
Desde el masaje tenemos un gran aliado contra los cólicos.
Aprendiendo la dirección del intestino, donde se acumulan los gases….y satisfaciendo las necesidades de tu bebé tendrás éxito seguro y acabarás con tanto llanto volviendo a restablecer unos buenos ritmos de sueño, vigilia y alimentación totalmente necesarios para un buen desarrollo.